sábado, 5 de diciembre de 2009

El Aborto

El aborto es la interrupción espontánea o provocada del proceso de embarazo causando la muerte del feto antes de que este sea viable (antes de que empiece a dar signos de actividad vital avanzada). Este hecho ha sido objeto de polémica porque hay varias posiciones acerca del tema:
La
Iglesia está en contra, ya que es opuesto al mandamiento "no matar", consideran al feto una persona y el aborto un asesinato ya que el único que puede dar o quitar la vida es Dios, es decir, consideran que el aborto es un acto inmoral , porque viola los derechos a la vida que posee todo ser humano.

Hay otras posturas al respecto que opinan que el aborto no es ningún delito ya que el feto no es todavía una persona humana. Este solo comienza a dar signos de actividad vital a partir de ciertas semanas de gestación.
Así el aborto, dependiendo del país que lo contemple, es considerado un
delito penalizado en cualquier circunstancia, un derecho de la gestante, de su pareja o del Estado. En otros países, aún siendo también un delito se mantiene despenalizado aunque, ciertos casos, pueden ser multados.
En el caso de España, la nueva ley de interrupción voluntaria del embarazo y salud sexual y reproductiva, dice que las mujeres a partir de los 16 años podrán abortar de manera libre hasta la semana 14 y, hasta la semana 22 en caso de riesgo de la vida o salud de la madre o graves anomalías en el feto. Pasado este tiempo, sólo se podría abortar en casos excepcionales de problemas del feto que sean incompatibles con la vida. Así, se podrá interrumpir voluntariamente el embarazo sin alegar un porqué dentro de las primeras 14 semanas de gestación y permitir a las mujeres de 16 y 17 años tomar esa decisión sin que se vean obligadas a contárselo a sus padres.

La Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) se hará de manera pública y gratuita, y el Estado velará por su cumplimiento en todas las Comunidades Autónomas a través de la Inspección Sanitaria.
También se ha aprobado que “la píldora del día después” se pueda vender en cualquier farmacia a todas las mujeres que la necesiten, eso incluye a las menores de edad. Esto también ha levantado polémicas sobre si, sobretodo las menores de edad, utilizaran este método como un anticonceptivo y harán un mal uso de la píldora. Anteriormente esta píldora solo se podía suministrar bajo receta médica y en casos de emergencia ya que hay que tener cuidado con los efectos secundarios que produce. Para que no se haga un mal uso de este método se ha elaborado un protocolo de información mediante el cual, según la portavoz de Sanidad, Pilar Grande, “se facilitará la adecuada administración de la píldora, ya que las usuarias dispondrán de una información suficiente, apropiada, objetiva y rigurosa en base a las evidencias científicas, respecto a este método anticonceptivo”.

Desde mi punto de vista el aborto no debería ser considerado un delito ya que muchas mujeres, por diversas circunstancias (como pueda ser que haya algún riesgo para el feto o para la propia madre, una violación, o simplemente por razones personales o económicas) no puedan tener el niño. La decisión que lleva a una persona a abortar no es fácil y requiere un mínimo grado de madurez porque en muchos de los casos son mayores la secuelas psicológicas que las físicas y en mi opinión, se debería tratar con especial interés los casos de abortos en menores de edad ya que muchas chicas no son realmente conscientes del problema que estos supone. Creo también que la ley que regula el suministro de la píldora anticonceptiva no se debería de haber cambiado ya que probablemente muchas adolescentes lo verán como la opción más rápida y accesible sin preguntarse los efectos (tanto físico como psicológicos) que conlleva el aborto. Por todo eso creo que si una persona es lo suficientemente responsable como para mantener una relación lo debería ser también para tomas las debidas precauciones.

sábado, 31 de octubre de 2009

¿El conocimiento nos hace felices?:

Aristóteles sostenía que la felicidad está considerada el bien supremo, el fin último, pero que es difícil definirla y describirla. Todas las personas, desde pequeñas, sienten curiosidad por el mundo que les rodea ahora bien, tanto el conocimiento en gran medida como el escaso conocimiento de las cosas, nos puede hacer infelices aunque, esto depende del punto de vista de cada persona y su manera de ver la vida. Por ejemplo, muchas personas son felices siendo ignorantes o sabiendo lo más esencial, para ellos no es una necesidad comprender absolutamente todo los que les rodea.

La falta de conocimiento por otra parte, puede generar infelicidad, por ejemplo: Cuando los niños pequeños lloran porque se le priva de algo que les puede hacer daño físico. Debido a su falta de conocimiento no entienden que ese objeto pueda ser perjudicial para ellos, y su reacción al no poder jugar con el objeto deseado es el llanto.

Por otro lado están las personas que sienten un deseo enorme de comprender por qué el mundo es como es y son infelices siendo ignorantes. A veces, este tipo de personas intentando ser felices mediante el aprendizaje, no lo consiguen. Esto es porque cuanto más saben acerca de lo que les rodea, más preguntas pueden hacerse y acaban siendo conscientes de que nunca podrán llegar a resolver el “problema” del todo.

El conocimiento, en mayor o menor medida, ayuda por ejemplo a obtener ciertos objetivos que nos proponemos y tener una visión más crítica de los que nos rodea. Todo esto ayuda a la autorrealización de la persona, lo que nos puede aportar felicidad.
Mi opinión personal es que la felicidad se puede encontrar en el conocimiento moderado de lo que nos rodea ya que el conocimiento nos ayuda a ser mas autónomos pero, un conocimiento excesivo puede provocar frustración y por tanto, infelicidad aunque, esta pregunta varia como he dicho antes según el modo de verlo que tiene cada persona.